La carta que no te escribí Tati

La carta que no te escribí Tati

*Por Alejandra Sánchez

Masthead: The Room Next Door (Pedro Almodóvar, 2024)

Ya han pasado dos meses desde que te fuiste y todavía sigo pensando que estás viajando. Si estuvieras aquí, me dirías -Alejis cariño ¿Qué es eso que estoy viajando? joder -. Sí, esta es una historia que me he inventado y debo decir que funciona, especialmente para sobrellevar tu partida. Nunca había perdido a una amiga, ni menos a una de esas grandes amigas que representa toda mi experiencia de vida en Nueva Orleans. Por eso, la idea del viaje, aunque sea sin retorno, resulta cómoda y llevadera; por lo menos acalla ese dolor de tu partida. Tú bien sabes que el duelo de perder a alguien querido no es fácil. Sabemos la teoría, y ya Barthes había descubierto una manera de habitar y vivir su duelo, la escritura. En mi caso, el viaje, es una manera de expandir mi conciencia y ver a través de esto la oportunidad de visualizarte a la deriva, libre y en un constante movimiento. 

La última foto que recibí tuya estabas en Nuevo México dando un paseo con Vera en un camino de tierra y con las montañas de fondo. Estabas rodeada de árboles frondosos que te abrían la calzada. Te veías sonriente, calma, acompañada de esa vista maravillosa que te iluminaba y te invitaba a continuar. Muy custodiada además por la fiel Vera.  Cuando vi esa foto, supe que no tendríamos despedida, que no podría contarte las últimas cosas que había hecho y decirte lo importante que habías sido para mí y sigues siendo. Te mandé mensajes de texto y fotos, pero quedé en deuda con la carta que sé que hubieses adorado abrir y leer. Hoy en día, es raro encontrar amantes del correo tradicional y de la cartita con olor a viaje, en un periodo donde la gente se bombardea con mensajes de texto. Sin embargo, a ti te encantaba: la carta, la foto, el recuerdito, todo eso era tan tuyo amiga. Esa comunicación espontánea te gustaba, salías de la versión metódica de escribir artículos y libros. Eso me hace pensar en muchos autores que usaron ese género epistolar para inspirarse a escribir obras. Ya lo había hecho Kerouac con su obra “On the Road” inspirado por una suma de correspondencias con Neal Cassady. Seguro que de alguna de tus correspondencias, nacieron muchas ideas e historias… siempre andabas con el papel y el lápiz escribiendo algo.

Tati, hubieses flipado con la historia del paquete y la carta que nos mandaste de Nuevo México que quedó atrapado por meses en un rincón de la casa de Natalia. Después de meses, Nata lo encontró de manera milagrosa, gracias a la desgracia de rompérsele una cañería de su calefactor que se congeló por causa de la tormenta de nieve histórica que tuvimos en enero en Nueva Orleans. Después de 130 años se desató el evento natural más disfrutado de esta ciudad. Imagínate, el pantano cubierto de nieve. Si no hubiese sido por esa tormenta no sabríamos nada del paquete hasta ahora. Todo lo que mandaste se salvó, ni el poder del agua ni del hielo lograron borrar lo que tú y Anne escribieron. Tampoco se borró el aroma de salvia del jabón que embriagó la tarjeta y el resto de las cositas que nos mandaste. Fue un milagro y creo que una fuerza superior llevó a Natalia hacia el paquete. ¡Milagros existen!

Hable con ella (Pedro Almodóvar, 2002)

En estos últimos meses tu nombre ha sido un eco de distintas voces nombrándote de maneras diferentes: Tanja, Tanush,Tatjana,Tati, Tatis, Tatiana; casi como un trabalenguas del mismo nombre. Cuánta gente hablando de ti, recordándote y dando testimonio de lo importante que habías sido en la vida de cada uno. Incluso, personas que te habían conocido hace poco tiempo sintieron tu partida y dijeron que tu personalidad y generosidad los había cautivado. No sabes lo maravilloso que fue leer esos mensajes de texto en distintas lenguas, escuchar a las personas hablar de ti y ver un sin números de fotos tuyas de diferentes momentos y lugares. Fue un álbum de recuerdos colectivos que se fue armando como rompecabezas de la historia de tu vida. Te recordaron como profesora, colega, madre, hermana, tía y amiga. Contaron tantas historias, anécdotas, pusieron canciones que te gustaban y poemas. Qué grupo diverso y maravilloso de personas conociste amiga y que gran virtud tuviste para mantener el cariño de tanta gente de lugares diversos.

Tati, no puedo terminar esta carta sin hacerme la pregunta si te hubiese gustado el último filme de Almodóvar La Habitación de al lado. Responder esa pregunta no es difícil; sin embargo, me llama la atención cómo el universo se alineó para que un filme como ese saliera en la época de tu partida y que el tema del filme tuviera relación con tu experiencia. Después de tantos años estudiando Almodóvar, este filme cierra simbólicamente tu relación con su trabajo. Me emociona pensarlo. Además de todos sus filmes, este es el único que no alcanzaste a ver. Yo no quise verlo sola, esperé que Camilo estuviera en la ciudad para ir con él. Terminamos yendo un grupo grande, incluso Mika también quiso verlo. Todos tuvimos una experiencia especial con este filme. Sin embargo, los que sabíamos tu relación con el cine y específicamente con Almodóvar, la experiencia fue profunda. En ese momento te extrañamos mucho sobre todo por la temática de la amistad, el tiempo que tenemos en esta tierra y cómo vivimos la vida. Todos los que te conocimos coincidiríamos que tu fuiste una guerrera por naturaleza y que viviste la vida plenamente hasta en tus momentos más difíciles.

Strange Way of Life (Almodóvar, 2023)

Tati querida, tenía mucho que contarte. Han pasado un sinnúmero de cosas desde que partiste y quería dejar registrado eso para ti. En esta carta habla el corazón y por eso me siento mucho más ligera y feliz de haberla hecho. Tengo mucha ilusión de seguir contando historias de tu vida y saber más de las tuyas. Con tantos amigos repartidos por mundo no me cabe la menor duda que seguirán llegando historias sobre ti. Sé que tu viaje será largo y sin retorno. Sin embargo, mientras tenga vida siempre habrá motivos para hablar de ti, recordarte y mantenerte viva. Ya nos reencontraremos en el camino y celebraremos con vodkita tónica escuchando las canciones de Rafaella Carra.

Con amor,

Alejandra

*Alejandra Sánchez es profesora de español en Isidore Newman School (Nueva Orleans) y fue una de las co-autoras con Tatjana Pavlovic de 100 Years of Spanish Cinema (2009).

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